La calma tensa reina en los polígonos con las naves consigna cerradas y sin bultos

Una calma tensa se apoderó ayer, una vez más, de los polígonos del Tarajal donde la tranquilidad fue la pauta en una jornada en la que accedieron a las naves menos de un millar de porteadores, una décima parte de lo que se ha llegado a registrar en días anteriores tras la apertura del Tarajal II el pasado 27 de febrero. El de ayer fue el segundo día en el que han estado funcionando las tarjetas para controlar el paso de porteadores, pero también el segundo día en el que las naves consigna permanecieron cerradas impidiendo así la salida de los denominados ‘bultos’ hacia Marruecos.

La única mercancía que se pudo adquirir fue la que comercializan las naves con venta al público, es decir, las naves legalizadas. Un reclamo no muy atractivo que se dejó sentir en el número de tickets repartidos en el control de acceso del Tarajal II. Según informó Delegación del Gobierno en la jornada de ayer se dieron 869 tarjetas, frente a las 757 que se entregaron un día antes, y se recogieron todas excepto nueve, mientras que el martes se extraviaron trece.

El cierre de las consignas ha marcado el ritmo de los polígonos estos dos últimos días ya que sin bultos que recoger, los porteadores han preferido no entrar en la ciudad y los que lo han hecho deambulaban ayer en busca de mercancía que cargar hasta el otro lado de la frontera para ganarse una comisión. Así, aunque en las calles de los polígonos reinaba la tranquilidad, la tensión también estaba presente. Uno de los motivos es el cierre de las naves consigna, que viene provocado por la detención de varios de sus propietarios el pasado lunes, cuando se retuvo parte de la mercancía que había salido a espaldas de los porteadores y estos intentaron que no se quedara en el lado marroquí de la frontera. El cierre, además, podría ser una medida de presión y protesta con las tarjetas que Delegación ha puesto en marcha para que en los polígonos no se concentren más de 4.000 porteadores la mismo tiempo.

Pero la tensión también estaba presente por los empresarios que no quieren la presencia de estas naves consigna cuya actividad bloquea su comercio e incluso la entrada a sus naves en muchas ocasiones, ya que las aglomeraciones de porteadores en las calles de los polígonos influyen negativamente en sus ventas. Por su parte, los porteadores están molestos por el límite a una actividad que mantiene a una parte importante de la población de la provincia de Tetuán y no quieren verse excluidos de este negocio. Ayer por la mañana mostraron su malestar en la parte marroquí de la frontera, donde se concentraron.

Mientras, el paso por la frontera del Tarajal parece haberse normalizado por las mañanas. En la jornada del martes, las personas que cruzaban a pie, en su mayoría trabajadores transfronterizos, pudieron llegar a sus puestos de trabajo con normalidad. Sin embargo, ayer el paso se ralentizó desde el lado español.