«Gloria Fuertes y yo compartimos un amor incondicional y desde que me conoció me trató como a su mejor amigo»

Julio Santiago, que presentó ayer ‘Mi Amor, Gloria Fuertes’, invitó a las familias a inculcar la lectura a los niños en la “primera infancia” e hizo un llamamiento a los adultos para que nunca abandonen “el arte y la riqueza que te da leer”

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Natural de Miajadas (Cáceres), Julio Santiago presentó ayer en la Biblioiteca del Estado su última obra, ‘Mi Amor, Gloria Fuertes’. Graduado en Enfermería por la Universidad de Extremadura (1996), educador de tiempo libre y animador sociocultural por la C.A.E. (1996), Gestor Cultural y colaborador de varios medios de comunicación. Desde que llegó a Madrid disfrutó de la amistad y beneplácito literario de personas como Pepín Bello, Gloria Fuertes, Mario Benedetti, José Saramago, Rafael Montesinos, José Hierro, Antonio Gala o Terenci Moix. Ayer presentú su última obra y relató de manera sencilla cómo Gloria Fuertes pasó a ser un pilar fundamental en su vida, demostrando que la constancia todo lo puede.

Pregunta.- En primer lugar, ¿qué impresión se ha llevado de Ceuta?

Respuesta.- Me llevo una impresión muy grata de la ciudad y el gran patrimonio que conserva; la luz, el colorido y la amabilidad de la gente, que es muy parecida a la cultura del sur de España.

P.- ¿Quién es Gloria Fuertes para usted?.

R.- Para mí fue un referente muy importante porque yo con dos años iba a un colegio en Miajadas donde me enseñaban a memorizar su obra antes de saber leer y escribir. Ella se convierte en una autora fundamental. A los 10 años en ese mismo centro conozco a la Gloria Fuertes para adultos y con 17 años me marcho a la localidad de Plasencia a estudiar Enfermería. Tuve mucha inquietud en conocerla, me pasaron el contacto y mi sorpresa fue que durante tres años me estuve carteando con ella semanalmente. Nos intercambiamos impresiones, libros, artículos y poemas, hasta que ella me invitó a su casa de Madrid porque me dijo que ya tenía un pie en la tumba y me quería conocer personalmente. Los cuatro últimos años de su vida me fui a vivir a Madrid y la visitaba de tres a cuatro días por semana con la intensidad que conllevaba ir con ella de cafés, teatros, museos, copas, escribir o viajar. De hecho, el último viaje que ella hizo fue a mi localidad, Miajadas (Cáceres), a presentar un libro prologado por ella y escrito por mí. Por eso este libro de lo que habla es del amor de amigos incondicionales durante esos seis o siete años tanto por correspondencia como cuando se produjo el primer contacto físico. He intentado de una forma poética plasmar en este libro esos momentos que me parecen importantes, haciendo siempre referencia a la vida y obra de Gloria Fuertes.

P.- Ha vivido experiencias muy fuerte junto a Gloria Fuertes pero, ¿con qué se queda?

R.- Me quedo con el amor incondicional compartido, porque ella desde que me conoció me ha tratado como si fuera uno de sus mejores amigos y así me lo demostró siempre. Me quedo con su forma de ser; era una mujer tremendamente generosa, original, divertida, cálida y auténtica para lo bueno y para lo malo.

P.- Vivimos en una sociedad en la que todo se está digitalizando. ¿Es perjudicial para el mundo del libro?

R.- Es un debate que yo compartí mucho con Gloria Fuertes, porque ella murió hace 19 años, justo cuando empezó toda la era tecnológica de manera brutal. Pienso que el arte es arte y expresar sentimientos a través de una técnica artística me da igual el soporte. Me gusta mucho el papel, pero me da igual el canal y soporte que tenga el arte, lo importante es que el arte sea original, auténtico y que diga algo. Lo que a Gloria y a mí nos producía mucha tristeza era que el arte produjera indiferencia y que salieras igual que entrabas en la sala. Si te produce adversidad ya te produce un sentimiento y eso es el arte. A mí me da igual que el canal sea digital o sobre el papel; me es indiferente.

P.- ¿Cuál es el método a seguir para que un niño pueda llegar a ser un gran lector de adulto?

R.- Gran parte de la obra de Gloria Fuertes estuvo dirigida a adultos a pesar de que se convirtió en un personaje mediática para niños. Ella decía que la única finalidad por la cual escribía para niños era porque si el niño no lee, el adulto no lee. Es imposible conseguir en un adulto aquello que no se ha cultivado en la infancia. De 0 a 7 años posiblemente sea el andamiaje más importante de cualquier ser humano en cuanto a la riqueza del vocabulario y al cultivo de emociones y la creatividad. Pienso que si todo esto se inculca desde la infancia, la persona puede alcanzar valores artísticos como consumidor o como creador. Tan artista es el que consume como el que crea, lo importante es tener un punto de equilibrio entre lo uno y lo otro. A mí me decía siempre José Saramago que el artista realmente hacía arte porque no le gustaba el medio donde había nacido y necesitábamos un artificio para digerir la realidad. Si una persona no lee no puede escribir, eso es así.

P.- Por último, ¿qué mensaje le gustaría dejar a todos aquellos lectores de su obra?

R.- Realmente con este libro lo único que intento con mi arte es mostrar al ser humano que puede ser mucho más libre de lo que le han hecho pensar y que la expresión de libertad, siempre que no se atente contra la vida de nadie, es primordial y un derecho humano. De hecho, Gloria Fuertes destaca en su obra que es muy importante la libertad desde una postura pacifista, y yo creo que con mi arte en general y, con este libro en concreto, para mi Gloria es un símbolo de libertad de expresión y de acción, y eso es lo que trato de transmitir a mis lectores mediante esta obra.

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