La Audiencia Provincial en Ceuta se enfrenta en 2025 a una “avalancha” judicial
TRIBUNALES
La incidencia de dos macrojuicios en 2024, la falta de un magistrado suplente o los litigios civiles que se esperan este año son algunos factores que han hecho que la Sección VI del máximo organismo jurídico de Cádiz esté sufriendo una “importante crisis de carga de trabajo”
La Sección VI de la Audiencia Provincial de Cádiz desplazada en Ceuta, la máxima institución judicial en la ciudad, encara 2025 sabiendo que este nuevo año será el más complicado desde que se creara este organismo en 1998. Algunos de los factores que harán que se ralenticen los procesos jurídicos son una “avalancha” de litigios civiles relacionados con los derechos de los consumidores frente a los bancos, la falta de un magistrado suplente para la descarga de trabajo de los tres actuales titulares o la incidencia de los dos recientes macrojuicios celebrados este año y a finales del pasado.
Desde 2022, la Sección VI de la Audiencia Provincial de Cádiz, que preside en Ceuta el magistrado Fernando Tesón, es uno de los “pocos” órganos mixtos de segunda instancia en España. En ese año, una modificación legislativa cambiaba las competencias jurídicas con respecto a los derechos de los consumidores, haciendo que pasaran los casos civiles de mayor envergadura desde la Sección V –especializada en derecho mercantil y ubicada en la capital gaditana- a la VI, que se encuentra en la ciudad autónoma.
Si bien Tesón cree que es más un “mérito” que un “demérito” que el tribunal que preside trabaje tanto el derecho civil como el penal, reconoce que esta labor significa un “plus de dificultad” para su tarea. “Tienes que cambiar de jurisdicción y tienes que estudiar más, y son formas de trabajar diferentes, no tienen nada que ver”, explica el juez.
El hecho de que el organismo se dedique, además de al derecho penal más complejo, también a las apelaciones del derecho mercantil, hace que Tesón vaticine la mencionada “avalancha” de litigios civiles en este 2025, principalmente los relacionados con las demandas colectivas de los usuarios contra los bancos por las abusivas clausulas suelo.
“Un retroceso”
Otros factores que influirán en la ralentización de la justicia en Ceuta este 2025 son heredados de años anteriores y están relacionados con la digitalización y la evolución de la justicia. Por un lado, una “mejorable” gestión del expediente digital, con el que trabajan los funcionarios en los juzgados desde 2016, y por otro la llamada nueva oficina judicial, implementada en 2013 y que según Tesón ha supuesto “un retroceso”.
En declaraciones a este diario, si bien el magistrado ha reconocido que la implantación del expediente digital supuso “un avance importante” para la labor judicial, se ha mostrado muy crítico con que la reforma haya mejorado la velocidad para la consulta de documentos jurídicos, una opinión que comparte con varios profesionales visibles en los juzgados de Ceuta.
“Los que tenemos que trabajar con el expediente digital tenemos que poder encontrar con mucha más facilidad lo que estamos buscando que si lo buscáramos en papel”, explica Tesón, que ha añadido que “hay algunos casos con miles de acontecimientos” y ha puesto el ejemplo del macrojuicio de Emvicesa para ilustrarlo. “Los que vemos de nuevo un asunto y lo tenemos que estudiar para revisarlo, necesitamos un expediente digital en condiciones, y el Ministerio de Justica debería contar con nuestra opinión para poder mejorarlo. Si no, hemos dado un paso atrás”, considera.
De la misma manera, el magistrado cree que la reforma de la nueva oficina judicial, que supuso la reestructuración de la organización interna de la justicia, no ha agilizado los procesos jurídicos, y que esta implementación tampoco “se ha evaluado nunca”. “De todo lo que se prometía con la nueva oficina judicial, no se ha cumplido prácticamente nada, ha sido un auténtico retroceso”, ha valorado, especialmente porque ha supuesto en su opinión un recorte en los servicios comunes relacionados con la tramitación jurídica y “si no se tramita, no se avanza”.
Por estas razones, Tesón considera que “no se han cumplido las expectativas que se tenían de una oficina para el siglo XXI, sino más bien todo lo contrario”.
Macrojuicios y jurado
Entre los meses finales de 2023 y el año 2024, la Sección VI se ha enfrentado a dos macrojuicios de gran envergadura en cuanto a número de horas, acusados y testigos.
La última vista de estas características ha sido la macrocausa por blanqueo derivado del narcotráfico, en la que se juzgaba una presunta organización criminal formada por un entramado de varias familias y que ha quedado visto para sentencia a principios de diciembre tras tres meses de extensas sesiones.
Menos reciente, pero aún más complejo, fue el macrojuicio del ‘caso Emvicesa’, en el que se acusaba principalmente al antiguo gerente de la empresa y exviceconsejero de Vivienda, Antonio López, de la adjudicación fraudulenta de 317 pisos de protección oficial. El estudio de este caso también ha cargado la labor del tribunal en 2024, que ha tenido que emitir una sentencia que alcanzó casi los 900 folios y que llegó los últimos días del año.
El magistrado adelanta que, entre procedimientos penales y civiles, este año habrá en la ciudad autónoma “cuatro o cinco” juicios con jurado popular, aquellos en los que el tribunal lo componen nueve ciudadanos que deciden sobre la culpabilidad o la inocencia de los acusados. “Un jurado es un procedimiento muy complicado que genera mucho trabajo, y ahora estoy señalando juicios con jurado ya para 2026, que eso no me ha ocurrido en mi vida”, ha recordado.
¿Falta personal?
“Yo digo que no falta personal, sino que en algunos sitios sobra y en otros falta porque no está bien distribuido”, responde Tesón, aclarando que lo que pasa concretamente es que “faltan magistrados”. En la Sección VI que preside solo trabajan dos jueces además de él, Rosa de Castro y Emilio Martín, y en la sala deben estar presentes los tres en cada juicio independientemente de quién sea el ponente del mismo.
“Hay una pésima distribución de los medios personales, y aunque en los últimos años se han intentado paliar todos estos déficits, al final no se ha conseguido”, valora el juez, sobre todo pensando en la posibilidad de que cualquiera de los tres magistrados causen bajas por enfermedad o por vacaciones fuera del mes de agosto, que es inhábil para la judicatura.
“Los magistrados son el cuello de botella” explica, ejemplificando que “aunque le pongan 40 camillas a un cirujano, el médico solo puede hacer tres o cuatro operaciones al día”. En este sentido, una de las soluciones que ve Tesón es añadir un cuarto juez al tribunal que actuara de suplente, algo que ve “imprescindible” y “fundamental” no solo en Ceuta, sino “en todo el país”. “Si se quiere cumplir la ley, aquí hace falta un cuarto magistrado. Si no, el problema se retrasa, y no voy a renunciar al cumplimiento de la ley”, ha concluido.
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