Cuando el trabajo tiene recompensa
Desde que el 12 de diciembre del 2023 fuera nombrada delegada del Gobierno por el Consejo de Ministros, Cristina Pérez siempre se ha caracterizado por ser una persona cercana, abierta, transparente y que siempre ha dado la cara, en los momentos buenos y también en los malos. No se trata ahora de enumerar sus comparecencias o actuaciones a lo largo de estos casi 14 meses, pero al César a lo que es del César y en ese sentido, nada que objetar, si bien es cierto que no siempre se puede actuar con la inmediatez que la propia ciudadanía requiere, pues hay cosas que necesitan de tiempo y contar además con la autorización de Madrid. Por tanto, en ese aspecto, otro punto a su favor, pues la prudencia, la lealtad institucional y su empeño por ir de la mano con la Ciudad en asuntos de Estado y que benefician directamente a Ceuta, su tierra, ha sido otro de los pilares de su gestión en este tiempo.
En la mañana de ayer, Cristina Pérez convocaba de nuevo a los medios de comunicación tras el “hito histórico” que ha supuesto la aceptación por parte de Marruecos de una expedición procedente de España a través de la frontera de Ceuta. Y sí, es histórico porque nunca antes se había producido después de los diferentes intentos y pruebas que se han producido en las últimas semanas para la apertura de una aduana comercial de Ceuta que ya es una realidad. En este aspecto, hay que poner en valor el enorme trabajo realizado por parte de la delegada del Gobierno y todo su equipo de trabajo, sin olvidarnos de la excelente coordinación y lealtad que en todo momento ha existido por parte del Gobierno de la Ciudad y a la implicación del Gobierno de España. Juntos, de la mano, codo con codo y tras muchas horas, días, semanas, meses y años de trabajo, se ha conseguido un objetivo que ahora hay que consolidar e ir perfeccionando. En este sentido y ahora que se ha conseguido dar este paso importantísimo para Ceuta y su economía, tenemos que acordarnos de esas muchas personas que llevan años trabajando para que la aduana comercial fuera una realidad, casos de los ex delegados Salvadora Mateos o Rafael García. Es justo reconocerlo.
Pero la apertura de la aduana comercial de Ceuta no significa únicamente un paso más para que la economía de Ceuta siga creciendo desde el sector comercio y empresarial, abriéndose otras oportunidades, sino que además certifica que las relaciones entre España y Marruecos han mejorado tras la crisis entre instituciones en los últimos años, lo que permitirá, entre otras cosas, la normalización de la frontera en el tránsito de personas y mercancías. Al menos, así debería ser.
Por ello, hay que felicitarse, sin olvidarnos que Ceuta debe seguir apostando por un modelo económico centrado en ‘más España y más Europa´, lo que no quita que tener unas buenas relaciones con nuestro país vecinos sea una necesidad para mantener una economía activa que beneficia a ambos países.