Ceuta ante el reto de la inserción laboral
La inserción laboral en Ceuta sigue siendo una de las grandes asignaturas pendientes. La tasa de desempleo, especialmente en colectivos vulnerables como los jóvenes o los mayores de 45 años, refleja una realidad que no se puede ignorar. Si bien se están realizando esfuerzos desde diversas instituciones para mejorar esta situación, lo cierto es que la transformación que se necesita requiere mucho más que programas de empleo y formación; Es necesario un cambio profundo en la estructura y las políticas que den respuesta a un mercado laboral que no acaba de despegar.
Uno de los aspectos más críticos es la formación. A pesar de que se ha incrementado la inversión en cursos y programas que buscan adaptarse a los diseñados a las nuevas demandas del mercado, la realidad es que Ceuta necesita más que una simple capacitación técnica. Necesita formación que no solo prepare para el empleo actual, sino que también abra puertas hacia nuevas oportunidades y sectores que hoy son casi inalcanzables para gran parte de la población.
El panorama laboral de Ceuta exige políticas que vayan más allá de lo superficial. La orientación laboral y los incentivos a la contratación son, sin duda, pasos importantes, pero sin un impulso real a la diversificación de la economía local y la creación de sectores que ofrecerán estabilidad a largo plazo, los esfuerzos corren el riesgo de quedarse en buenas intenciones. No basta con facilitar el acceso al empleo, también hay que garantizar que ese empleo sea de calidad, que ofrezca oportunidades de crecimiento y que no dependa exclusivamente de la estacionalidad o de programas públicos.
Otro aspecto fundamental es la colaboración entre las diferentes entidades, algo que, por más que se mencione, sigue siendo insuficiente. Las instituciones locales y otras entidades deben trabajar de manera más coordinada y con una visión a largo plazo. El aislamiento y la falta de sinergias han sido siempre una barrera para el progreso en Ceuta, y la inserción laboral no puede ser una excepción.
Es cierto que los programas de empleo del SEPE y otros organismos están haciendo un esfuerzo por mejorar la situación, pero es necesario un enfoque más integral, que contempla no solo el empleo inmediato, sino también las condiciones de vida de los ceutíes, el acceso a servicios públicos de calidad y, sobre todo, la creación de un entorno que permita a las empresas crecer y generar empleo sostenible. Si no se da ese salto cualitativo, Ceuta seguirá siendo una ciudad con una tasa de desempleo elevada y una economía incapaz de ofrecer oportunidades reales a todos sus ciudadanos.
