La autopsia más importante de todos los tiempos: ¿qué causó, realmente, la muerte de Jesús de Nazaret?
SEMANA SANTA
Desde el punto de vista de la ciencia forense ¿qué hubiera dictaminado la autopsia de Jesús de Nazaret?. Es un ejercicio que le hemos planteado a Borja Moreno, del Instituto Anatómico Forense de Ceuta, a quien le pedimos que elabore un parte de defunción en base a las heridas que, sabemos, presentó el cuerpo del Nazareno
"Varón. Treinta y tres años de edad. Fornido. Peso aproximado: 80 kilos. Altura: 1’81 centímetros. Presenta varios hematomas y contusiones como consecuencia de haber recibido golpes. También heridas punzantes en frente y cráneo, desgarros en la zona lumbar y herida por arma blanca en el costado derecho. También la fractura de varios huesos, tanto en los pies como en las palmas de las manos”.
Desde el punto de vista técnico, desprovisto de cualquier tipo de fe, estas podrían haber sido las anotaciones que cualquier forense podría realizar a día de hoy si le llegase el cadáver del que puede ser, posiblemente, el hombre más importante de todos los tiempos: Jesús de Nazaret.
Sabido es que el nazareno sufrió torturas durante varios días. Y distintos tipos de torturas: desde golpes hasta heridas con lanzas o pequeños cortes. Sin contar el miedo, el sufrimiento y las repercusiones que eso puede tener en la salud de un hombre cuya vida se escapaba por momentos.Con estos datos, y a la luz de los exámenes forenses ¿Cual habría sido el diagnóstico que habría firmado un forense si hubiese tenido que realizar la autopsia al hombre de Judea?.
Desde hace un año, Borja Moreno es el responsable del Instituto de Medicina Forense de Ceuta. Reconoce que “nunca me había planteado la causa de la muerte del nazareno, pero si podemos hacernos una idea tanto a través de la Biblia como, sobre todo, a partir de las imágenes y del arte”. De hecho, “te podría decir que nos podría servir como compendio de lesiones externas por el muy diferente tipo de heridas y contusiones que sufre en el cuerpo. Sufre lo que sería una herida por armas blancas, como consecuencia de la famosa lanza de Longinos”.
Vayamos repasando algunas heridas de Jesús de Nazaret hasta llegar a la causa de la muerte. Por ejemplo: la corona de espinas, que en función de la zona de la cabeza a la que nos refiramos puede tener más o menos gravedad. ¿pudo morir Jesús de Nazaret como consecuencia de un derrame cerebral? “son lesiones punzantes de las que estaríamos hablando, que sería a lo largo de todo el cuero cabelludo y serían indicativas de que ha habido espinas que se han clavado en la cabeza de este señor. Con lo cual entiendo que provocaría cefalea, dolor de cabeza, tal vez algún vómito... Iría por eso, porque esas lesiones no son mortales de necesidad, como antes se decía. Esas heridas no son mortales, las ocasionadas por heridas punzantes en el cuero cabelludo”.
Descartada, pues, cualquier lesión cerebral como causa de la muerte, nos vamos a otras de las partes del cuerpo de Jesús de Nazaret presentes en el imaginario colectivo: las manos y los pies, por donde se le clavaron los tres clavos. Recordemos que los pies están uno sobre otro, con lo cual no es difícil deducir que el clavo de los pies sería de un grosor y, sobre todo, una profundicad mayor que los de las manos. ¿Pudieron las heridas de las extremidades ser la causa de la muerte?. “No. Sería, evidentemente, extremadamente doloroso y presentaría varias fracturas en los huesos tanto de los pies como de las manos, pero en ningún momento mortales de necesidad. Hubiera sobrevivido de haber sufrido, solo, esas heridas”.
Hemos hablado, también del sufrimiento psicológico, que durante tres días (según las interpretaciones), aunque hay otras que señalan que desde el momento en que comienza la flagelación hasta la expiración pasan poco más de diez horas. Sea como fuere, durante esas horas Cristo también tiene momentos de miedo, de angustia. ¿Puede ser, pues, un ataque de ansiedad derivado del pánico, o un paro cardíaco la causa de la muerte? “No es descartable, pero según lo que leemos en la Biblia parece que podemos descartarlo, como consecuencia del propio relato que nos habla de un hombre que hasta el momento de la expiración mantiene una cierta consciencia”. En este punto, el miedo que Jesús de Nazaret ¿pudo llevarle, por ejemplo, a perder el control de los esfínteres? “en algún momento puede que sí, del daño, del shock neurogénico por dolor, que llamamos, puede provocar esa dilatación de esfínteres, pero si luego te obligan a caminar, te obligan a seguir haciendo cosas, no es llamativo en ese momento del sufrimiento. Tampoco es que haya visto muchos casos de este tipo, obviamente, pero no se determina que los esfínteres sean algo que se dilaten o se pierda el control al inicio, es más bien al final, casi siempre”. Del sufrimiento psicológico de Cristo da idea una frase que pronuncia el nazareno, ya prácticamente en el tramo final de su vida: “Elí, elí, lama sabactani” (¡¡¡ Dios mío, Dios mío !!! ¿por qué me has abandonado?. “Es casi al final, lo que da idea de su capacidad de resistencia”.
¿Y los golpes que sufre en la flagelación? ¿Pudo derivar eso, por ejemplo, en hemorragias internas?. No solo los golpes sino los latigazos y las heridas internas. “El látigo, por lo visto, tenía en las puntas algún tipo de piedra o bordes agudos que hacían que las heridas fuesen cortantes, fueran incisas. Con lo cual, aparte de las punzantes de la cabeza, tenemos las heridas incisas o cortantes en la espalda sería más o menos grave esa herida”.
Sin embargo “son heridas en las que un utensilio penetra en la piel y corta. Corta, arranca, extrae, pero llega más allá de dermis epidermis y llega a tejido celular subcutáneo, que se llama. Estas heridas tampoco son mortales de necesidad. Otra cosa es que, con el tiempo, se infecten y, si no, provoquen la muerte. Pero esas heridas, hoy en día, no son mortales de necesidad”.
Con lo cual, todo nos lleva a la herida por arma blanca. “Por las obras de arte, era una persona, no te voy a decir esculpida, pero es un señor con abdominales y pectorales, con lo cual, su masa muscular era importante y era resistente a la pérdida de proteínas. Entonces, desde mi punto de vista, la clave, aparte de que todas las heridas que tenía sangraban mucho, y eso hace que haya una pérdida de volumen de sangre, estaríamos hablando de que entraríamos en una hipovolemia, que se llama, con una tensión baja, una disminución de la tensión arterial. Luego tenemos la herida. Para mí la herida es el punto clave, la herida por arma blanca, en la que provoca una apertura de lo que llamamos el abdomen, el peritoneo. Ahí hay una septicemia, que se acelera con todo el líquido que se ha perdido, se favorece ese shock séptico. Yo voy más por una infección bacteriana, de cavidades como la del abdomen, y por una pérdida de volumen sanguíneo.
Con lo cual “sería, o un shock séptico, o un shock hipovolémico, shock distributivo también se llama, pero son palabras muy científicas. Pero por todos estos tipos de shock, a veces uno no puede gestionar, incluso el shock por dolor, quiere decir, había muchas heridas, muchas lesiones. Entonces, este shock neurógeno por dolor lleva a una pérdida de funciones de varios órganos a la vez. Y esto es lo que se llama un fracaso o disfunción multiorgánica”. Cristo, pues, y según la ciencia forense, murió de septicemia.
Sigue el canal de El Pueblo de Ceuta en WhatsApp. Pincha aquí, dale a SEGUIR y encontrarás toda la actualidad informativa de la jornada ceutí