Los 'papables': ¿Quien puede sustituir a Francisco al frente de la Iglesia?

Dice el viejo adagio vaticano que "quien entra a un cónclave como Papa, sale como cardenal". Es una referencia clara a que los pronósticos suelen fallar bastante a la hora de elegir un nuevo Papa. Sin embargo, no es del todo cierto: Joseph Ratzinger, elegido hace veinte años, era uno de los claros favoritos para sustituir a Juan Pablo II. No fue, por tanto, una sorpresa aunque si una excepción que en cierto modo confirma la regla.

Desde hace semanas, cuando el estado de salud de Jorge Mario Bergoglio hacía presagiar el desenlace ya conocido, no pocas son las apuestas sobre los posibles sucesores del primer papa sudamericano de la historia. Algo que es inevitable, sobre todo en tiempos donde todo parece tan mediatizado. Un detalle: a la hora y poco de conocerse la noticia, X tenía como trending topic la palabra Nostradamus, en alusión a las profecías de aquel médico francés cuyas enigmáticas y ambiguas centurias salen a relucir cada vez que hay un gran acontecimiento mundial. También 'Papa Negro', referenciando la teoría de que el último Sumo Pontífice será un hombre de color.

Al margen de eso, vayamos con algunos nombres. Por ejemplo, el del cardenal Matteo Zuppi. Italia, país que prácticamente tuvo el monopolio papal entre Adriano VI (holandés) y Juan Pablo II (polaco) durante cuatro siglos, presenta un buen ramillete de posibles candidatos. Zuppi, de 69 años, aparece como una continuación del 'franciscado', y por tanto sería una opción continuista.

Tiene 69 años de edad, al igual que Pietro Parolin, secretario de Estado (una especie de ministro de Exteriores) vaticano. Este también parece contar con buena prensa, aunque se le considera más un administrador y un tecnócrata de perfil públicamente bajo que como un líder carismático que pueda liderar a la Iglesia en tiempos tan controvertidos como los que vivimos actualmente. De carisma si parece andar sobrado otro hijo de 1955: Luis Antonio Tagle. El arzobispo de Manila (Fillipinas) podría ser el primer papa asiático de la historia reciente (los hubo de las actuales Siria e Israel): el Espíritu Santo es muy de geopolítica, y la opción no es descartable en tiempos en los que China reclama ya prácticamente por insistencia el liderazgo del orbe.

Y si de geopolïtica va la cosa, habrá que apuntarse el nombre de Pierbattista Pizzaballa. En unos momentos en que la situación en Oriente Medio parece más enconada que nunca, su figura emerge con importancia. De hecho, llegó a ofrecerse a Hamas a cambio de los secuestrados israelíes tras los atentados del 7 de octubre de 2023. Es franciscano -el guiño al fallecido se sirve solo, aunque Bergoglio fuera jesuíta- y un firme defensor del diálogo interreligioso. En su contra puede jugar la edad: es demasiado joven para ser Papa, a pesar de que atesora sesenta primaveras. En ese sentido, tampoco cabe destacar la posibilidad de algún estadounidense.

El húngaro Peter Erdo, defensor de la fe católica más eurocéntrica y tradicional, también podría ser una opción a tener en contra, como los estadounidenses Sean O' Maley, que ya recibió votos en el anterior cónclave y que ha gestionado los escándalos de pederastia en la archidiócesis de Boston, o Timothy Dolan. Al frente de la Diócesis de Nueva York, parte de una línea tradicionalista aunque comprensiva con ciertos aspectos como el racismo en la policía norteamericana o el matrimonio homosexual.

Iberoamericanos con opciones también parece haberlos. Odilio Scherer está al frente de la archidiócesis más grande del mundo, la de Sao Paulo (Brasil), y algunos de sus antecesores ya ha sonado en ocasiones para el papado, como Claudio Hummes (fallecido en 2022). También podría ser el turno para algún mexicano (tal vez Carlos Aguiar, cercano al fallecido Bergoglio) o el cubano Juan De la Caridad García, arzobispo de La Habana. España parece contar con pocas opciones; el madrileño Carlos Osoro o el catalán Juan José Omella están bien vistos en la curia, pero la edad de ambos (79) parece jugar en su contra, salvo que se pretenda un 'Papado de transición'.

¿Y África?. Dos nombres suenan con fuerza: el ghanés Peter Tuckson y el guineano Robert Sarah. Ambos, efectivamente, de piel negra y de la línea más tradicionalista de la Iglesia Católica. Son algunos nombres, quizá nos estemos olvidando de alguno (el ruandés Antoine Kambanda o el franco-argelino Jean Paul Vesco) y posiblemente del nombre por excelencia: aquel que, en aproximadamente un mes, será anunciado por el protodiacono francés Dominique Lamberti. Si es que no es el elegido, claro está....

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