La importación de árido será también “beneficiosa” para los consumidores

El precio de los áridos es uno de esos casos de la economía en que el producto básico en si no es muy caro, pero puede llegar a ser prohibitivo en función de los costes añadidos. Transportes, impuestos, etc. Y más en el caso de Ceuta, con una cantera dando sus últimos coletazos (los cálculos más optimistas hablan de un par de años) y que obliga, por tanto, a traer áridos desde la Península.

Bien lo sabe Abdeselam Embarek, conocido popularmente como Susi. Es uno de los empresarios ceutíes que ha encontrado en la apertura de la aduana comercial una oportunidad para mantener un negocio que empezaba a estar amenazado por los costes que estamos comentando.

En concreto, “un camión completo de árido puede costar 300 euros, nada que no se asumible, pero si a eso le sumamos el coste de fletar un camión y traerlo a Ceuta, nos encontramos con que se dispara considerablemente”. En su caso, traían los áridos desde la provincia de Málaga. La apertura de la aduana copmercial, como decimos, supuso un punto y seguido.

“Es cierto que los primeros viajes eran considerablemente farragosos. Tardábamos cinco o seis horas en cruzar la frontera, y al día siguiente nos encontrábamos con que había cambiado el turno de agentes en Marruecos. Llevamos nuestra documentación en regla, pero el hecho de que las personas nos conozcan hoy, y mañana no, pues nos condiciona”.

Estos trámites se están agilizando. “Yo entiendo que la aduana comercial, que es algo completamente desconocido hasta la fecha, es algo que ha de ir poco a poco, como una máquina que se engrasa. Hasta llegar a ese momento, pues lógicamente habrá que ir superando fases”. Fases como que “por ejemplo, en Marruecos han tenido algún problema con el sistema informático. Le llevas la documentación, tienen un problema con los documentos, y vuelta a empezar, lo que nos lleva una hora de nuevo. Entiendo que son cosas que mejorarán con el tiempo, hasta dejar los actuales problemas en la anécdota y el recuerdo”, señala.

En la actualidad “nosotros pasamos la frontera, nos espera el vehículo que nos acompaña. Una vez tramitada toda la documentación, vamos al lugar donde compramos los áridos, que está a unos treinta kilómetros de Ceuta (en la carretera de Alcazarseguir), y regresamos sin problema”. El objetivo es que “en los próximos tiempos, podamos en vez de un camión diario, meter tres o cuatro todos los días, para que tanto la producción sea más amplia como el negocio más económico”, explica.

Y es que los áridos “son fundamentales, es la base con la que fabricamos todos los materiales de construcción”, señala el empresario. Aparte que “hay diferencias entre el material que utilizamos nosotros en Marruecos, y el que encontramos en la Península. Se notas muchísimo. Es un material más fluido, diferente”.

Y otra cuestión son los aranceles “Nosotros pagamos el DUA, el IPSI de importación y el transporte”, según explica el empresario. El pago de los aranceles “lo hace la empresa que vende, la exportadora”.

Por tanto, la aduana comercial “es una buena iniciativa, para que se mejoren las condiciones económicas de empresas y comerciantes. Hace falta paciencia”, dice Embarek, que recuerda que ha pasado ya varios camiones desde la histórica apertura de la aduana comercial entre Ceuta y Marruecos, una circunstancia prácticamente inédita en la historia de nuestra ciudad.

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