"El prestigio de la Guardia Civil no está en juego por el comportamiento de algunos de sus miembros"

Puede entenderse por la relativa cercanía de los hechos, pese a que están a punto de cumplirse cien años, pero no es del todo correcto hablar del conflicto intestino de 1936-1939 como la Guerra Civil. A secas. Un siglo antes, los enfrentamientos entre carlistas y liberales también motivaron un enconado enfrentamiento entre españoles. Y las consecuencias tampoco fueron baladíes. Si al enfrentamiento de hace casi un siglo le siguieron años de aislamiento internacional, cartillas de racionamiento y unas heridas lacerantes en pueblos y familias que aún duran, a los años posteriores a las Guerras Carlistas les siguieron grandes cotas de inseguridad. Sobre todo en una España rural que siempre fue dura de gobernar, carácter acentuado en el siglo XIX en el que los bandoleros del sur derrotan a las tropas napoleónicas a pedradas -primero- y posteriormente se convierten, al concluir el conflicto, en una suerte de Gobierno alternativo al Gobierno. Por ello, Francisco Javier Girón propuso al presidente Narváez la creación de un cuerpo de orden de carácter militar, ámbito estatal y buenos sueldos para evitar la corrupción. La idea recibió el visto bueno. Por cierto, que a Girón lo conocemos mejor por su título nobiliario: el Duque de Ahumada.

181 años han pasado desde entonces. Aquella Guardia Civil, que integró a varios cuerpos regionales, sigue estando presente en nuestra sociedad, en nuestras vidas. Y este martes volvió a quedar de manifiesto, en un acto con moivo de ese aniversario. No son los tiempos de Isabel II -escoltada, por cierto, por agentes del Instituto Armado en su toma de posesión como Reina de España al alcanzar la mayoría de edad-, sino una España muy diferente. Pero la Guardia Civil sigue ahí. Dice, acertadamente, José María Jiménez que ello es consecuencia de un trabajo bien hecho durante generaciones.

Jiménez es el teniente coronel interino de la Guardia Civil en Ceuta. Un cuerpo que este año ha tenido brillantes actuaciones, pero también problemas conocidos de sobra. Problemas, como siempre supone el trago amargo de detener a algunos de sus miembros por conductas delictivas. Directo y sin concesiones en su discurso: "no es un tema tabú: está judicializado". Y cuatro reflexiones: "La Justicia siempre acaba triunfando, es cuestión de tiempo. La verdad se acabará conociendo, las personas que tenemos al frente de nuestros Juzgados, Tribunales y Ministerio Fiscal son una garantía de ello". La segunda. "Como garantes de la Ley tenemos la obligación de investigar cualquier indicio de conducta delictiva, lac ometa quien la cometa. En ello va nuestro prestigio profesional y sobre todo nuestra conciencia personal". En tercer lugar: "El prestigio de una Institución centenaria como la nuestra no está en juego por el comportamiento de alguno de sus miembros, estaría en juego si no demostrásemos la capacidad de garantizar que al ciudadano se le está dando el servicio que merece y por quien se lo merece, apartando al que no es digno de ello". Y para concluir "si el resultado final de todo es una condena nos felicitaremos porque el que no ha sido digno de la Institución ha sido castigado y si por el contrario no existe condena, los acogeremos como a un compañero tan digno y honorable como otro cualquiera. Hechas estas reflexiones, ojalá nunca volvamos a tener que vivir hechos de este tipo".

También desgranó algunos motivos por los que cree la Guardia Civil ha perdurado en el tiempo. Entre ellos, el respeto a los veteranos. "En las academias nos han enseñado cuestiones técnicas, pero a ser guardia civil nos han enseñado ellos. Y si, lo tuvieron bastante más difícil que nosotros", admitió. En el acto, que contó con la presencia de la delegada del Gobierno, Cristina Pérez, el presidente de la Ciudad, Juan Vivas y el comandante general, Luis Fernández Herrero, al margen de representantes del Gobierno local y grupos de la Asamblea como VOX y MDyC o distintas personalidades del ámbito social, se coló la gran noticia de las últimas horas: el ascenso del Ceuta a Liga Hypermotion, como es llamada ahora por cuestiones de patrocinio la Segunda División. Jiménez: "como niño que veía los partidos en el Murube, enhorabuena al Ceuta y a Luhay". Cristina Pérez: "tengo la voz tomada porque hace tiempo que no andaba a las dos de la madrugada en la calle, pero había motivos para ello".

Tanto la delegada como el teniente coronel felicitaron a los agentes por su trabajo en la frontera, "donde hay que hacer cumplir la ley, pero desde un punto de vista humanitario". Y también para "nuestro compañero del Servicio Marítimo José Manuel Rios Quesada, quien sufrió un grave accidente cuando prestaba servicio en el Destacamento de la Guardia Civil en Mauritania y a nuestro compañero Ángel Arévalo López quien hace dos días fue agredido por un inmigrante que saltó el vallado y que tras ser puesto a disposición de la Justicia ha sido enviado a prisión. Chema, Ángel, os deseamos una pronta recuperación".

Durante el evento, que acabó con el Homenaje a los Caídos y a la Guardia Civil, se impusieron una serie de condecoraciones. Concretamente, al brigada Mohamed Ahmed y a los guardias José Ignacio Álvarez, Emilio Castellón, Alfredo Bello y David Pallero.

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