Candela da luz al inicio de la Romería del Rocío con sus "vivencias del camino"

La parroquia de Santa Teresa acogía este sábado el último día de Triduo de la Hermandad del Rocío y, el más especial, pues a continuación se procedía al sexto pregón infantil que, en este caso, estuvo pronunciado por la ceutí Candela Ayala Contreras, hija del que fuera Hermano Mayor, Eduardo Ayala. Por lo tanto, el pregón de una hija del Rocío pues, aunque se engendró en el vientre de su querida madre, Cristina, Candela fue desde el principio hija de la Reina de las Marismas. Así lo dejó claro hace unos días, donde señalaba que fue “rociera antes que ciudadana” y, no le falta razón, pues sus cinco sentidos siempre estuvieron conectados con su Madre del Rocío.

Su pregón fue brillante y sencillo, acompañada por el coro infantil de la Hermandad del Rocío de La Línea Concepción, que quiso respaldar a esta caballa y rociera que, en la noche de este sábado, erizó la piel de todo aquel que le acompañó en el templo de Santa Teresa para escuchar sus “vivencias del Rocío”.

“Si me lo permiten quiero dedicar este pregón a quien me enseñó a vivir el Rocío de esta forma tan bonita, tan especial y tan intensa, al hombre que me llevaba y que me traía, al que me enseñó mi primera sevillana, al que me compró mi primer traje, al que me cogía en hombros cuando venía la Virgen y quiso que en mi creciera esta fe y este amor hacia la madre de dios, a ese hombre que era, es y será un rociero de bandera, un ejemplo a seguir, aquel que ha dado toda su vida desde que te conoció a esta hermandad, al que ha inventado, promovido y orquestado muchas de las actividades más relevantes de la hermandad en estos últimos 25 años, una persona ejemplar donde los haya . Por todo esto y mucho más que aquí no digo, por lo vivido y por lo aprendido contigo … va por ti papá”. Así comenzaba Candela un pregón dedicado íntegramente a sus padres, que sembraron en lo más profundo de su corazón aquella hermosa “semilla rociera”.

Candela reconocía que “este año para mi será especial porque ya somos mayorcitas y nos tocará cuidar de los peques, como Mateo y Nicolás. Ahora no lo entenderéis pequeños, pero que suerte habéis tenido de nacer siendo parte de esta hermandad rociera, algún día estaréis aquí y nos contaréis vuestra experiencia”, expresó para continuar que “en la casa tengo que acordarme de mis amigos, pues qué serían de mis Rocíos sin Itziar, María y Yani, que adoptan la forma de hermanos mayores cada vez que encarta un paseito y una vueltecita por la Aldea. Qué sería de mis Rocíos sin Javier, Dani, Nico, Martín y Hugo, con los que me peleaba y me abrazaba a partes iguales.” “Ana y Ángel, con vosotros tengo menos vivencias rocieras, pero en esos ratitos queda demostrado que nos une un gran amor a la virgen”.

“Qué sería de mis Rocíos sin Sofía, esa pequeña superviviente que cuando menos nos lo esperamos sale al porche con su Tablet y su biberón en la mano; Sofía estamos esperando que sueltes esa Tablet y cojas las castañuelas como hace tu madre. Y por supuesto Marcos, mi presentador y amigo, de él no sabría que vivencia contar... son infinitas;. YY no creáis que me he olvidado, que la he dejado para el final, mi hermana Cayetana, al igual que yo es afortunada por la familia que tenemos, sabes que te quiero muchísimo, aunque nuestras peleas sean continuas, ley de vida, antes nuestras peleas eran por los juguetes, los rotuladores o la chuchería, ahora cambian los objetos aunque no las peleas, ahora el jersey, la falda, el secador o la plancha, pero nos seguimos peleando, aunque te quiero un montón y lo sabes. No sabría vivir sin ti pequeñaja”, exclamó en referencia a su hermana.

Candela se refiero al mejor momento de la Romería del Rocío, “on el que sueñan los rocieros todo el año, el que es el motivo de nuestro peregrinar, el que da sentido a la romería, el momento en el que la virgen deja su altar y sale de su ermita, de la misma forma que una paloma deja su nido sabiendo que va a regresar. Ese momento en el que millones de personas nos congregamos con un solo fin, el poder mirarla a los ojos, de cerca, y poder rezarle esa Salve que sale de verdad desde dentro de nuestro corazón”.

Por último, dejó claro que “este año será especial para mí por muchos motivos. Y aunque no quiero llorar sabes abuela que te voy a echar de menos, que será difícil estar en el camino sin tener tus ojos clavados en mi para que no me pase nada, o en la noche de la Virgen asustándote diciéndote que me quiero meter a tocarla. Pero sabes que te tendremos presente y llevaremos tu medalla y ya el año que viene no hay motivo que valga”, concluyó con el clásico “he dicho”.

Finalmente, y como broche de oro, Eduardo Ayala, su padre, le dio el que fue la sorpresa de la noche, dedicándole una sevillana a Candela que ya se puede escuchar en la plataforma Spotify “Mi Niña Candela” y que tiene como estribillo: “Si el pregón es un camino que del corazón te sale, que sepas que ya te vela, cántale como tú sabes, ole mi niña Candela”.

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