Una huída y la duda eterna sobre si fue una buena idea, en el último libro de María Sánchez Miaja
La prolífica escritora ceutí presenta hoy su nuevo trabajo, centrado en los últimos meses de vida del ex alcalde republicano Antonio Sánchez Prados
Antonio Sánchez Prados pudo salvar su vida en las primeras horas de la Guerra Civil del pasado siglo. El ex alcalde republicano recibió ofertas para salir de España y poner a salvo su existencia, ante la certidumbre de una muerte segura. Sin embargo, decidió permanecer leal al cargo que ocupaba. Apenas un par de meses después, el 5 de septiembre de 1936, era fusilado en la Playa de la Almadraba.
Esto es algo más o menos conocido por todos los ceutíes, especialmente en unos últimos años en los que la figura del ex alcalde y galeno ha surgido con fuerza del imaginario colectivo para instalarse en libros de todo tipo y documentales. Sin embargo, quizá no sabíamos el modo en el que se ofreció huir de España al regidor. “En las últimas horas del 17 de julio, una traiña pesquera salió de Ceuta con varias personas del Ayuntamiento. Algunos ni siquiera tuvieron tiempo de avisar a sus familias. En ese barco había un hueco reservado para Sánchez Prados”, dice María Sánchez Miaja.
Es una prolifica escritora, que en los últimos años sale, prácticamente, a libro por anualidad. Y con una especial querencia por la memoria histórica y aquella Ceuta capital en el inicio del conflicto cainita de hace casi un siglo. Sobre esa traiña basa su último libro, ‘¿Fue una buena decisión?’, que se presentará hoy en la Biblioteca Pública del Estado ‘Adolfo Suárez’ a partir de las 20.00 horas.
De la investigación y documentación para este trabajo, le surge una duda más que razonable. “Aquella traiña iba a Tánger, pero otros muchos barcos de la época fueron a Gibraltar. Sabemos, más o menos, lo que ocurrió con los ceutíes que emigraron a Tánger, a Argelia o a la propia Francia, y también a un país que acogió a muchos exiliados republicanos como fue México, pero apenas hay rastro de lo que ocurrió con los que fueron a Gibraltar; si se quedaron en el Peñón, si fueron de ahí a otras partes o al Reino Unido no hay apenas documentación”. Un interesante campo, pues, de trabajo, para próximos trabajos de ella o cualquier persona interesada.
María Sánchez Miaja tiene muy presente el caso de uno de esos jóvenes que tuvo que exiliarse o morir. “Durante seis meses, entre el levantamiento de las tropas y la navidad, tuvo que vivir literalmente en una de las cuevas que hay bajo la barriada de Benzú, bajo la emblemática cafetería”, dice sobre aquella persona. Logró huir a Tánger, ciudad internacional por entonces, y años después regresó a Ceuta. Con la democracia, llegó a ser senador y alcalde. Era el tío de María; era Fructuoso Miaja.
Sigue el canal de El Pueblo de Ceuta en WhatsApp. Pincha aquí, dale a SEGUIR y encontrarás toda la actualidad informativa de la jornada ceutí