Los musulmanes de Ceuta ‘plantan’ a Marruecos y agotan los corderos
EID AL ADHA
Eran muchas las voces que pretendían que en la ciudad autónoma se obedeciera la cancelación del Eid al Adha anunciada por Mohamed VI ante la falta de carneros, pero a este lado de la frontera los ciudadanos han hecho caso omiso. De hecho, han faltado
La polémica ha estado servida durante semanas, aunque a la vista de las cifras se empieza a dudar de si realmente existía en Ceuta esa controversia o todo ha sido un acto de manipulación por parte de los medios y auspiciado por las redes sociales en el país vecino para que una de sus dos ‘ciudades ocupadas’ siguiera las órdenes del monarca Mohamed VI. El Rey instó a finales de febrero a los musulmanes a no celebrar el Eid al Adha en “solidaridad” con la gente más pobre que, debido a la escasez de carneros, no iba a poder permitirse celebrar la tradicional fiesta por los altos precios. Fueron muchos los artículos publicados sobre si los religiosos que profesan el Islam a este lado de la frontera debían plegarse a las directrices del reino alauita, pero finalmente la campaña mediática no surtió efecto: se han agotado todos los corderos y, de hecho, las previsiones “se han quedado cortas”, según fuentes consultadas y los propios voluntarios de los mataderos.
En el habitual matadero habilitado en la barriada de Recinto había movimiento este viernes. Chavales con camisetas de futbol y dando patadas a un balón merodeaban por los aledaños de las instalaciones mientras algunos de los voluntarios sacrificaban un carnero para comprobar que “todo va según lo previsto”. Algunas voces vaticinaban un Eid Al Adha bajo mínimos, soso, light, después de que Marruecos anunciara su cancelación, pero la realidad es que los ganaderos este año no calcularon bien debido a los rumores.
“Son habladurías, amigo. Al final mira las consecuencias. Han traído muchos menos y eso es una pena. Pero al final cuando lleva mucha gente mucho tiempo haciendo presión y llamando al boicot, pues los propios ganaderos no se la juegan”, cuenta uno de los voluntarios del matadero de Recinto con el polo repleto de manchas de sangre.
El pasado año los ganaderos de Ceuta importaron unas 4.000 cabezas de cordero, según la información oficial. Este año, debido a las especulaciones -sobre todo en la ciudad autónoma- sobre la “solidaridad” que iban a tener los ceutíes con el país vecino, las importaciones han sumado solo 3.000 borregos, 1.000 menos.
Sobre este asunto, el Gobierno local explicó a este diario que el número de carneros importados depende única y exclusivamente de lo que pidan los propios ganaderos, que este año fueron conservadores debido a la confusión. “No quería ninguno comérselo después con papas”, añade el trabajador de Recinto.
Hasta la ‘bola’ de trabajo está Nabil, otro de los voluntarios que estos días echa el resto para que no haya ningún problema y la tradicional fiesta de los musulmanes, que conmemora la voluntad del profeta Ibrahim de sacrificar a su hijo en obediencia a Dios, se celebre como cada año en cada hogar de la ciudad autónoma en familiar.
Como es habitual, Ceuta cuenta con cinco mataderos portátiles que se instalaron hace unos días, además del municipal. Las ubicaciones son Pozo Rayo (junto al Campus Universitario), la Antigua Estación del Ferrocarril, Miramar Bajo, Loma Colmenar y en la explanada de la Reina Sofía, en la conocida y periférica barriada del Príncipe. El público se sitúa en el área de Los Rosales.
En medio de un calor abrasador y, también con la camiseta empapada en sangre tras sacrificar a un borrego que descansa sobre el suelo del matadero de Recinto, Nabil explica a este diario que a lo que se dedican principalmente este viernes es a probar la maquinaria. “Sobre todo vemos que todo esté correcto y confirmamos que no habrá problemas de última hora”, recalca.
El voluntario corrobora lo que ya viene siendo estos días protagonista en las conversaciones de muchos ceutíes: han faltado borregos para desgracia de muchos musulmanes que querían celebrar el Eid al Adha, pero que dejaron todo para última hora.
“Los ganaderos han intentado traer más al ver que la demanda prácticamente era la de siempre, pero no había ya ganado que cumpliera los requisitos de los preceptos islámicos”, afirma Nabil. Se refiere el voluntario a que el borrego tiene que tener una cierta edad, al menos seis meses. Debe estar “fuerte, potente, grande” y pesar al menos 38-40 kilos. “No vale cualquiera y el que había era ya demasiado pequeño”, matiza.
Sobre los precios, destaca sobre todo la leve disminución que ha experimentado la mítica ganadería Jimena. Según el voluntario, a punto de ponerse de nuevo manos a la obra, este año han vendido los borregos a 300 euros mientras el año pasado la cifra superaba los 320. En otros lugares la gente ha llegado a desembolsar hasta 350 euros.
“Siempre depende del tamaño del borrego y de la cantidad de carne que tenga, es como todo. Pero es verdad que en algunos sitios los precios han sido algo elevados, pero Jimena si no los baja al menos los suele mantener estables”, añade otro de los 19 voluntarios que trabaja en Recinto mientras señala algunos de los 20 o 30 carneros ya listos para ser sacrificados este sábado.
“Mucha gente se ha ido a Marruecos”
Con bastante parsimonia y pocas ganas de hablar estaba uno de los vigilantes del matadero situado en la Antigua Estación del Ferrocarril, que ha preferido no dar su nombre a este diario. Las instalaciones las solían ubicar unos metros antes, pero unas obras han obligado a desplazarlo todo al ‘Edificio Ferrocarril’, cerca del gimnasio ‘Conan’.
“Se ve que no se ha hecho mucho caso a Marruecos, pero es verdad que mucha gente al no poder conseguir un borrego al final ha decidido irse hacia allá de puente”, sostiene el joven. El total de borregos que se mueven de lado a lado esperando su hora sobrepasa los 20.
“Han faltado muchos este año y mucha gente se ha quedado sin el ganado, pero bueno. Yo ya tengo el mío comprado. La verdad es que no entiendo al que dice que 300 euros está bien para un borrego. Lo lógico es pagar 230-240. Es lo suyo, pero así están los precios”, lamenta a la vez que celebra la nueva ubicación del matadero, menos expuesto al sol.
Se cuentan por decenas los artículos y narraciones en redes sociales poniendo en duda la celebración en la ciudad autónoma del Eid al Adha. Unos abogaban por solidarizarse con el vecino, como ya expresó la Asociación de Consumidores Halal de Ceuta (ACOHACE) en este diario o como han puesto de manifiesto activistas y asociaciones en la ciudad autónoma, donde parecía haber cierta confusión. Un paseo por algunos de los mataderos o una conversación de calle con cualquier musulmán ceutí, confirma, que decía uno de los voluntarios del matadero de Recinto, que en gran parte eran “habladurías”. Los ganaderos la próxima vez no perderán la oportunidad de hacer ‘su agosto’ como cada año durante una fiesta siempre especial a este lado de la frontera.
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