Por un Eid fuera de negocios y política

Es una verdadera lástima que una fiesta que es puramente religiosa se empeñen en convertirla en algo político y lucrativo. Hay que tener claro que esta es una fiesta para que el verdadero musulmán transmita ejemplo de convivencia, humanidad, agradecimiento y un largo etcétera. Es imprescindible expresar cómo hay que vivir y convivir con tus familiares, vecinos y personas más necesitadas.

El Eid al Adha no está para que unos pocos se lucren y, además, hagan daño a través de comentarios que fomentan la división y la fragmentación de nuestra convivencia. Hay que hacer una pequeña reflexión, sobre todo esas personas que decidieron no traer corderos. La población quería celebrar la fiesta como Allah manda.

¿Saben el daño que han causado a decenas de familias que no han podido comprar debido a que no disponían de dinero a finales de mes al no haber cobrado sus nóminas? Para entonces ya no había corderos disponibles en toda la ciudad.

Al final es como siempre pasa en Ceuta: se beneficia a unos pocos, pero se perjudica a muchos. Hay familias que han reunido a más de 40 personas, por lo que para abastecer a todos sus seres queridos debían comprar unos 10 corderos entre todos. Muchas de esas cosas han podido solo conseguir uno o dos.

Esta no es la esencia del Eid Al Adha. Está división, fragmentación entre familias, en una festividad tradicional y religiosa solo beneficia a los extremistas: es para su gozo y disfrute.

La esencia del Eid es que todas las familias puedan disfrutar de la fiesta. Esa ilusión en las caras de los niños cuando van a comprar el cordero con sus padres. Pero este año lo que se ha hecho es un daño evidente, con precios desmesurados y ganado seleccionado solo para unos pocos.

La solidaridad de esta fiesta comenzaba por lo siguiente: si no hay corderos para todos, nadie tenía que haber comprado. Los ganaderos, preocupados por sus ganancias, salían hace semanas en los medios de comunicación mostrando su preocupación, asustados por la posibilidad de no vender todos los borregos y, por ende, perder dinero.

Era un momento en el que la mayor parte de la gente trabajadora aún no había cobrado, por lo que no se podían permitir ese lujo de darles una fianza para asegurarse la reserva de un cordero: hablamos de 350 euros. Si no hay para todos, no deberían de haber traído nada.

El que conoce su religión sabe que en estas fechas en lo que menos tiene que pensar es en ganar dinero a costa de perjudicar a su vecino. De hecho, es todo lo contrario: ayuda a que ese vecino y hermano sea feliz y esté tranquilo estos días. La gratitud la obtendrá ante Allah por sus buenas acciones. Y ojo, esto no va solo por los ganaderos, sino por todas las personas que han ayudado a que muchos niños hayan estado desilusionados y muchos padres impotentes por lo que se estaba fraguando.

Ya sean políticos, ganaderos o comunidades llamadas ‘islámicas’ o ‘musulmanas’: os queda todo esto muy grande y habéis sido partícipes de la discriminación que muchos hemos vivido. La esencia del Islam es mucho más sencilla de lo que vosotros pensáis o predicáis. Todo esto no debía de haberse producido.

Jaled Ahmed. Presidente del Comité de Empresa por UGT en la empresa de seguridad privada Secoex y delegado de personal en la empresa Amgevicesa por el grupo Independiente e integrado en el CSIF

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