María Bohórquez, subcampeona del mundo en duatlón cross en su grupo de edad en Pontevedra

La deportista ceutí María Bohórquez ha logrado un resultado histórico al proclamarse este jueves subcampeona del mundo en el Campeonato Mundial de Duatlón Cross celebrado en Pontevedra, un hito que ha conseguido en su grupo de edad, siendo además la primera española en cruzar la meta y tercera en la clasificación general de la prueba.

Bohórquez, visiblemente emocionada, ha reconocido que no esperaba en absoluto un resultado de tal magnitud. “Iba sin ninguna expectativa de podio”, ha confesado, explicando que había investigado previamente a sus rivales y no se veía a la altura de muchas de ellas. “Para mí fue un sorpresón”, ha declarado.

La prueba comenzó con una carrera a pie con desnivel de 5,8 kilómetros en la que la ceutí se sintió especialmente fuerte. “Me vi delante desde el principio y pensaba que me cogerían en cualquier momento”, relató. La primera en adelantarla fue una deportista austríaca —“la tenía fichada, es campeona en su país”—, pero Bohórquez mantuvo un alto nivel durante todo el recorrido de 24 kilómetros en bicicleta, sin perder la concentración.

“El segmento en bicicleta fue durísimo, me esforcé una barbaridad”, explicó. Tras ese tramo, llegó de nuevo a la carrera a pie de 3,2 kilómetros “muy bien físicamente” y mantuvo una ventaja suficiente para asegurar una medalla que la ha dejado “sin palabras”. “Llegué a meta y estaba flipando”, ha dicho entre risas. “Ver a mi marido y a mi hijo allí gritando mi nombre fue espectacular. Se me saltaron las lágrimas”.

Su estrategia inicial no contemplaba pelear por los primeros puestos. “Mi idea era vivir la experiencia, aprovechar que el Mundial era cerca de casa y disfrutarlo con compañeras de gran nivel”, explicó. Sin embargo, tras cuatro meses de intensos entrenamientos y dobles sesiones, el esfuerzo dio sus frutos. “He respetado mucho los descansos, me lo preparé a conciencia. Quería hacer un buen papel por mi club y por Ceuta”.

En el desarrollo de la carrera, María lideró su grupo de edad desde los primeros compases. “Salimos todas juntas, chicas de distintas edades, y yo iba delante. Eso me motivó muchísimo”, ha reconocido. Cuando la deportista austríaca la adelantó en el tramo de bicicleta, supo que era una rival “muy fuerte”. “Me remontó cinco minutos y me sacó tres más. Era una moto”.

Pese a ello, Bohórquez no se rindió. “En los tres últimos kilómetros le remonté dos minutos en la carrera a pie, pero no me dio tiempo a alcanzarla. Aun así, estoy contentísima. Este segundo puesto me sabe a oro”, declaró. “Me he dejado el alma, la vida. Es donde más me he esforzado en mi vida”.

Tras este éxito, la ceutí no tiene nuevos retos deportivos en el horizonte inmediato. “Este era mi gran objetivo. Lo voy a saborear, no como otras carreras que al día siguiente ya se olvidan. Esto ha sido distinto, me ha llenado muchísimo”.

Finalmente, ha confesado que cuando vio el listado de participantes llegó a dudar de sí misma. “Pensaba: ¿qué pinto yo aquí? Pero eso me motivó más para entrenar. He sacrificado cenas, amistades, y me he esforzado muchísimo más que nunca. Me gusta sufrir poquito, pero estos meses he sufrido con gusto”.

Con esta medalla, María Bohórquez se consolida como una de las grandes embajadoras del deporte ceutí a nivel internacional, tras una gesta inesperada, pero fruto de la dedicación, el sacrificio y el amor por la competición.

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