Rosa de Castro: "De Ceuta me gusta hasta el levante"

DÍA DE LA POLICÍA NACIONAL

La magistrada de la Sección VI de la Audiencia Provincial de Cádiz, que llegó a trabajar a nuestra ciudad hace casi 9 años, será condecorada hoy por la Jefatura Superior de la Policía Nacional con la Orden al Mérito Policial

FOTO EL PUEBLO
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Rosa de Castro, magistrada de la Sección VI de la Audiencia Provincial de Cádiz, será condecorada este miércoles, 4 de octubre, por la Jefatura Superior de la Policía Nacional con la Órden al Mértio Policial. La jueza de origen malagueño, que desembarcó en nuestra ciudad hace casi 9 años, trabajó anteriormente en varios destinos, como Ocaña, Madrid o Palma de Mallorca. Pero sin duda, es ahora, casi al final de su carrera, cuando ha encontrado una ciudad que la ha atrapado y de la que asegura no quiere irse "ni cuando me jubile".

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¿Qué supone para usted esta condecoración?

Siempre es un orgullo recibir una condecoración y más viniendo de la Policía Nacional, que es uno de los cuerpos que trabaja con nosotros en la labor que tenemos encomendada. Yo no tengo especial mérito; más mérito tienen los policías nacionales que cada día están en la calle. Sin embargo, es verdad que desde aquí intentamos hacer cada día bien nuestra función. Estoy muy contenta por la condecoración y tengo hasta nervios (ríe).

¿Cómo es su trabajo con la Policía Nacional?

Yo personalmente como miembro del Tribunal intento hacer las cosas lo mejor posible. En este tiempo que me ha tocado presidir la Sala, procuro que haya una máxima coordinación y una máxima cordialidad entre los que a fin de cuentas estamos navegando en el mismo barco y hacia la misma dirección.

Nosotros juzgamos solo los delitos graves, no instruimos. Es decir, esa labor tan estrecha que tiene el instructor con la Policía Nacional, nosotros no la tenemos, pero sí es cierto que es una relación mucha más amplia y prácticamente los vemos todos los días. Es muy importante también la función que hacen para mantener el orden de la Sala porque la seguridad la delegamos en los agentes que están con nosotros. El despliegue que hacen en juicios de delitos grandes, para nosotros es muy importante.

¿Por qué cree que le otorgan la condecoración?

Yo no creo que tenga un mérito especial, solo intento hacer cada día, junto a mis compañeros de la Audiencia, lo que tengo que hacer, ser amable y tener empatía. Así el trabajo es mucho más cómodo para todos. En realidad lo que me enorgullece es reconozcan que de alguna forma estoy colaborando con la Justicia en Ceuta. Es una profesión muy vocacional y tenemos una función muy dura. A lo mejor esto se considera un mérito hoy en día.

¿Y en su época tuvo facilidad para estudiar lo que quería?

Yo era jovencita y quise estudiar Derecho, con gran sorpresa por parte de mi padre, que no se lo esperaba. Soy de otra época y en aquel tiempo tuve una familia moderna, un padre y una madre que nos facilitaron enormemente a las niñas que estudiáramos. En ese momento no era habitual y no había carrera de Derecho en Málaga, mi ciudad. Pero mi madre era una avanzada, modernísima para su época.

Por eso lo mismo que quisieron para sus hijos varones, quisieron para sus hijas mujeres. Ellos pensaban “si mi hijo quiere ser médico y está estudiando en Granada, y mi hija quiere ser médico, va a estudiar en Granada”. Después yo tuve el camino más abierto para salir de Málaga.

¿Desde cuándo es usted jueza?

Como Titular, desde el año 2000. Pero antes desempeñé funciones de juez sustituto y magistrado suplente durante muchos años.

Siempre quise dedicarme a la abogacía, lo tenía muy claro. Empecé muy jovencita y acabé la carrera con 21 años. Entonces empecé a colaborar en un despacho de abogados de Málaga. En esos inicios me ofrecieron un trabajo como abogado en Madrid y estuve mucho tiempo ejerciendo. Un problema de salud me paró, no podía seguir el ritmo, tuve que dejar de trabajar. Pero no quise desconectar de lo que era el Derecho, de lo que era el día a día, y se me ocurrió pedir una sustitución como juez sustituto y me la dieron por concurso de méritos. Ahí fue cuando comprendí y decidí, que eso era lo que yo quería: ser jueza. Pero en ese momento no me podía plantear la posibilidad de salir de Madrid, mi hijo era muy pequeño y seguí como sustituta. Después ya pedí la plaza como magistrado suplente en la Audiencia Provincial de Madrid, donde estuve alrededor de 4 años. Entonces, con todo el apoyo por parte de mi marido, decidí preparar las oposiciones y aprobé a la primera. Nunca me he arrepentido de mi trabajo y nunca me arrepentiré. Lo tenía clarísimo.

¿Cuánto hace que vive en Ceuta?

Pronto hará 9 años que vine. Yo estaba destinada en Madrid, allí tenía mi plaza en propiedad y aparte estaba en Servicios Sociales dirigiendo el Gabinete Técnico de la Asamblea del Tribunal Supremo. Eso fue un periodo de 13 años.

Sin embargo mi vocación era la de estar en el tajo, estar en la sentencia, al pie del cañón. Así que quise ir a por lo que me gustaba. Además quería dejar Madrid, volver al mar. Y en ese momento salieron Ceuta y Almería como destinos. Escogí Ceuta, no te sé decir por qué.

¿Qué es lo que más le gusta de trabajar en Ceuta?

Mis compañeros. Tengo dos maravillosos y excelentes compañeros y hacemos un buen Tribunal. Estamos muy dedicados los tres, los tres somos muy vocacionales y después de todo este tiempo muchas veces nos entendemos sin hablar.

Y además de Ceuta me gusta hasta el levante. Me he encontrado una ciudad súper acogedora, súper cálida, tengo unos grupos de amigos absolutamente increíbles. Ten en cuenta que vine ya mayor y a esa edad no te esperas encontrar una ciudad que te dé tanto como a mí Ceuta me está dando, en el plano profesional y en el personal. Encontrar lo que yo he encontrado aquí es increíble. Dije ‘a lo mejor cuando me jubile voy’, pero ahora sé que ni cuando me jubile lo haré.

Me gusta mucho cómo trabajamos aquí. Lo intentamos hacer bien, nos lo tomamos en serio, lo hablamos, lo discutimos… Es una manera tan bonita de trabajar y de hacer las funciones que tenemos… Yo he trabajado en muchos sitios y de aquí no me voy ni con agua caliente.

¿A qué edad se jubilan los jueces?

Nosotros nos jubilamos con 70 años. A mí me quedan dos años, luego tenemos la posibilidad de continuar otros dos más. Yo quiero hacerlo, espero estar en condiciones de continuar. Si estoy como ahora desde luego seguiré.

De su trabajo como jueza, ¿qué es lo que más le gusta?

Hay dos cosas que me gustan mucho, una es la Sala, y otra es estudiar. La parte del trabajo que más me gusta es la parte que le dedico a centrar y estudiar el tema. Me puedo pasar muchas horas. Esa parte solitaria de estudio me gusta. También las deliberaciones, donde hablamos mucho.

Y luego siempre me ha gustado la Sala porque me gusta mucho el contacto con la gente. La Sala es muy bonita, desarrollas mucho la capacidad de observación, de análisis de las cosas… No es solo lo que te dicen, es cómo te lo dicen. Es muy importante un gesto, una mirada.

Luego tienes que ponerte a escribir la sentencia, que no es que no me guste, es que es muy difícil y laboriosa. Trabajamos todas las horas del día. Un consejo que me dieron cuando empezaba fue que la sentencia la tienes que entender tú, el abogado al que va dirigida, el cliente del abogado al que va dirigida, la madre del cliente del abogado, y el portero de la casa de la madre del cliente.

¿Qué consejo les daría a los jóvenes que quieren ser jueces?

Primero les pediría vocación, que muchas veces puede fallar. Si tienes vocación ya está casi todo hecho, pero para poder ser juez les aconsejaría perseverancia y esfuerzo. Nada en la vida se consigue sin esfuerzo. Esto es muy duro, se empieza desde muy bajo. Tenemos una función muy difícil y muy importante, y la importancia la ganamos con el trabajo de cada día.

¿A quién agradece la condecoración?

Doy las gracias muy especialmente a la Policía Nacional por esta condecoración que creo no merecer, pero que desde luego a partir de ahora voy a intentar merecerlo mucho. Voy a contribuir en todo lo que esté en mi mano.

¿Hay igualdad en la Carrera Judicial?

Siempre dicen que hay pocas mujeres en los altos cargos de la Carrera Judicial. Ahora cada vez hay más pero es cierto que hubo un momento en el que había mucha diferencia. Yo empecé a estudiar en época de Franco. Él murió en 1975, cuando yo estaba en tercero de carrera. Estudié leyes anteriores a la Constitución y las mujeres pudieron ser juezas muy poco antes.

A medida que la sociedad ha ido avanzando se han ido incluyendo más mujeres juezas. Ahora ya entran muchas más mujeres que hombres. En las últimas promociones hay menos hombres. No creo que seamos más inteligentes, pero sí más constantes y ordenadas mentalmente.

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