El puente 'soñado': Tres razones clave que frenan la conexión entre España y Marruecos

Desde hace más de cuatro décadas, se ha explorado la posibilidad de construir un puente que conecte España y Marruecos a través de los 14 kilómetros que separan ambos países, similar al túnel que une el Reino Unido y Francia. Este proyecto podría posicionar a España como un importante nexo comercial entre Europa y África, facilitando el intercambio entre ambos continentes.

Sin embargo, a pesar de su potencial atractivo, la idea de un puente ha sido rechazada en numerosas ocasiones debido a múltiples factores que complican su viabilidad. En primer lugar, la profundidad del Estrecho de Gibraltar, que varía entre 300 y 900 metros, presenta desafíos significativos para la construcción de cimientos, en comparación con el canal de la Mancha, donde la profundidad máxima es de 180 metros.

Además, las intensas corrientes marinas que se generan en esta zona, al combinarse las aguas del océano Atlántico y del mar Mediterráneo, añaden otro nivel de dificultad. Estas corrientes no solo complicarían la construcción, sino que también representarían un riesgo continuo para la estructura.

Por último, la actividad sísmica en la región es una preocupación adicional. El Estrecho se sitúa en un área donde la placa africana y la euroasiática interactúan, aumentando el riesgo de terremotos.

Aunque la idea de unir estos dos continentes a través de un puente ha resurgido en diversas ocasiones, la combinación de estos factores técnicos y naturales ha llevado a su descarte recurrente, dejando el proyecto en el limbo de las posibilidades futuras.

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